Monstera: la trepadora tropical que te hará feliz

Sus hojas de verde intenso perforadas aportan un estilo selvático. Hoy te contamos cómo cuidarla para que crezca sin parar. 


Escultural, exuberante, irresistible y muy fácil de cuidar. Numerosos motivos hacen que la Monstera sea una de las plantas más populares hace años. ¿Quién no recuerda un ejemplar en la casa de su abuela? Esta planta que en los ´70 habitualmente conquistaba terrazas, galerías y patios, hoy marca tendencia entre las especies más elegidas para interiores. 

La Monstera es una indispensable para crear rincones botánicos llenos de personalidad. Hoy te vamos a contar todos los detalles a tener en cuenta para cuidarla y brindarle el ambiente que necesita para crecer espectacular. 


Se la conoce popularmente como "costilla de Adán" porque sus hojas parecen costillas. 

La luminosidad del ambiente es uno de los factores que más influye en su desarrollo. Básicamente, se debe a su lugar de origen: las frondosas selvas del sur de México y la zona central de América. En aquellos lugares, en donde crece de manera natural, la Monstera vive debajo de las copas de altos árboles en donde los rayos de sol llegan tamizados. Eso influye en su demanda de iluminación: en interiores crece perfectamente en un espacio con buena luz, pero siempre indirecta. Si el sol le llega en forma directa, podría quemar sus hojas. También puede adaptarse a espacios poco iluminados, en ese caso su crecimiento será más lento. Si la ubicás en exteriores, le va a encantar un espacio sombrío. 

Un aspecto que hay que mantener a raya es el riego. Derribando todo mito, esta planta no necesita grandes dosis de agua, precisamente odia el encharcamiento. Lo mejor, al igual que otras especies, es hacer la prueba del palito antes de aplicarle agua. Se debe regar solo si al retirar el palito se encuentra completamente seco. 

Para multiplicarla basta cortar una de sus hojas con un nudo y una raíz aérea. Colocar en agua y cuando crezcan sus raíces, pasar a sustrato. 

Lo que sí requiere es humedad ambiental y hojas limpias. Mantener el verde intenso que caracteriza a sus hojas y su firmeza es imprescindible realizar periódicamente una limpieza. Para ello, se puede utilizar agua y un algodón o paño suave. También se puede limpiar con la parte interna de cáscaras de banana, una opción natural que le aportará mucho brillo. Otra alternativa para limpiar y además  prevenir plagas es utilizar unas gotitas de aceite de Neem disueltas en agua (ver prospecto de preparación).

En cuanto a la pulverización de la planta, ésta siempre se debe realizar en forma indirecta a las hojas, en baja cantidad y no de manera constante. 





Trasplante 

Para el crecimiento de la Monstera es importante tener en cuenta el tamaño de la maceta. Quienes buscan que crezca en dimensiones extraordinarias deben realizar cada dos años un trasplante a una maceta de mayor tamaño. Es importante que siempre se ubique en una maceta acorde a su tamaño. No va a crecer óptima si en un primer momento se planta en un contenedor enorme, ya que más que fomentar su crecimiento lo dificultará. Siempre debe ser un cambio gradual, para que sus raíces puedan acceder al agua y los nutrientes, y a su vez expandirse.


Tener presente también que es fundamental que la maceta cuente con un buen drenaje y el sustrato sea liviano y poroso. Te recomendamos utilizar una mezcla de tierra negra con compost y perlita.

La Monstera es una planta trepadora, por lo que también hará falta sumar un tutor. De esa forma podrá extender sus raíces aéreas y crecer en vertical. 

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